jueves, abril 05, 2012

Día 5 - Jyväskylä - El campeonato


Jet lag


Después de toda la tralla del día anterior uno piensa que va a dormir 20 horas seguidas.
- No me despertéis -dices a los amigos- dormiré hasta que me despierte, sea la hora que sea.
Así que cuando te despiertas con la sensación de que has dormido un montón, miras la hora y ves que son las 6.45 piensas que algo va mal. Luego, cuando las neuronas se van recolocando, echas cálculos y ves que si le quitas la hora de más que tiene el horario finlandés es la hora a la que te levantas cada día para ir a trabajar. ¡Pues que bien! ¡y con lo cansado que estoy!. Como por experiencia se que ya no voy a volver a dormir me levanto y aprovecho para explorar la habitación, empezar el blog, traspasar la fotos de ayer y empezar a desahacer la maleta.
La habitación es más que correcta y el precio 60€ la doble es muy barato para Finlandia. Eso sí, sin desayuno, sin recepción y sin servicio de limpieza diario. Salvo lo primero todo es "self service". En la habitación hay nevera, microondas, cafetera con cafe, te, lecha y azucar gratis, television LCD con todos los canales que quieras finlandeses. Wifi o cable, lo que quieras. Todo lo que se acabe y quieras reponer o cambiar lo encuentras en la última planta. Eso sí, hay que saberlo, porque como no hay recepción, nadie te lo dice. Es una opción muy recomendable para viajar por Finlandia. Superior en calidad a muchos hostels y a algún que otro hotel de precio muy superior.




Hoy toca la parte administrativa de los campeonatos. Nos reunimos para desayunar y ponemos en común toda la información. Parece ser que he tenido suerte con el día de llegada. El lunes cayó una nevada de más de 30 cms y se llegó a -16º. Los que llegaron ese día vivieron una pequeña odisea para llegar al hotel.
Luego marchamos hacia las pistas. Normalmente en los campeonatos te dan una acreditación para viajar gratis en todos los transportes públicos de la ciudad. Como yo aun no la tengo me pongo la ropa de deporte y me subo al autobús con cara de "no la ves pero la llevo en la bolsa".
El trayecto hasta el pabellón a través de la ciudad me enseña hasta que punto ha nevado y hace frío aquí, aunque la gente lo lleva con toda normalidad. ¡Qué remedio! Paso junto a una escuela y veo los niños jugando en le patio. En Barcelona, en caso de que les hubiesen dejado a la escuela los tendrían encerrados en clase o llamarían a los padres para que los recogieran.
El pabellón es pequeño pero funcional. La recta de 60 metros está en un extremo, cosa que nunca había visto y de lo que se quejan los velocistas y seguidores porque está en el lado opuesto a la grada y no hay espacio para situarse entre la ultima calle y la pared.

La primera cosa que hay que hacer al llegar a un campeonato es ir al TIC. Allí te dan los dorsales y toda la información necesaria para la competición. Luego has de confirmar en tus pruebas y después ya estás libre para ver las competiciones, saludar a los amigos, comprar en las tiendas de merchandising o ir a los stands de los próximos campeonatos para recoger información. También puedes comer a un precio razonable y hay servicio de fisioterapia pagando.
Me explican también lo duro que fue el cros o el martillo en plena ventisca y, después de familiarizarme con la cámara de llamadas, voy a la zona de calentamiento donde ruedo para soltar un poco los músculos y me dan un masaje suave (20€).
La comida cuesta 10€ y hay la opción de solo ensalada y pasta por 6€. Los finlandeses son tan confiados que nadie comprueba si pides uno de 6 y consumes el de 10. Yo no lo haría si vigilasen y mucho menos si no vigilan.
Me doy una vuelta por la pista. Están haciendo las series de 200M y alucino con el saltador de pértiga de la categoría M-85.





Al salir para coger el bus vuelve a nevar. El camino hasta la parada es una pista de patinaje, puro hielo. Aquí echan grava en vez de sal para no resbalar pero muchas veces no es suficiente. Deben de llevar algo en el calzado porque parece que no les afecta.






Descanso un poco en el hotel que mañana hay que competir y salida a las 8 a hacer fotos y al super a por provisiones. 





Por supuesto se me olvida que aquí los horarios son diferentes. Afortunadamente encuentro un super abierto hasta las 9. Al salir, me persiguen por los pasillos hasta que consiguen echarme, me encuentro con la luna y esta maravilla de foto.



Luego cena comunitaria en una habitación con embutidos y vinillo. Esta información es para aquellos que luego me suelen preguntar si hago una dieta especial de atleta. Traspasar fotos al pc, seguir un poco el blog y a dormir. Como veis nada que ver con el primer día o digamos que diferente, más pausado.