martes, marzo 22, 2011

Dia 22 - Amberes

Empezamos mal. Me lío peleando con el wifi en mi cuarto y pierdo el tren por segundos, literalmente, asi que tengo que esperar una hora al siguiente. El trayecto de Brujas a Amberes es de 1h 30m aproximadamente.
Lo primero que llama la atención es la impresionante estación del tren. Combina lo clásico y lo moderno en tres niveles que descienden a gran profundidad.
En información, donde siempre voy a buscar un mapa y si hay recorridos recomendados me indican que salga y todo recto hasta el casco antiguo.

Al salir de la estación me sorprende la cantidad de gente que hay por la calle. Tanto o más que en el centro de Barcelona. Es la una del mediodía y supongo que es la hora de comer aquí. Me recuerda un poco a Gante pero multiplicado por 4 o 5. Amberes o Antwerpen también es una ciudad universitaria y se nota.


El recorrido hasta el centro historico es como el Paseo de Gracia, lleno de tiendas y grandes superficies que han ocupado algunos grandes edicicios históricos. Aquí las bicis van a toda velocidad por entre los peatones, igual que en Gante. Hay una simbiosis coches, peatones, bicis sorprendente y que parece fruto de muchos años de cohabitación.

El centro historico de Amberes me ha parecido muy pequeño. Las plaza que da a la catedral, la Groenplaats, está llena de restaurantes y los jovenes se sientan en cualquier lado como en el Graslei, a comer, beber o charlar simplemente. En su centro esta la estatua de Pedro Pablo Rubens, el pintor más famoso de Amberes y autor de alguna de las obras de la catedral.

La Catedral de Nuestra Señora es impresionante. Altísima como todas las torres que he visto en Bélgica, de 123 metros, es el símbolo de Amberes y la más grande de los Paises Bajos. Se historia se inició en 1124 y en 1995 tuvo lugar su ultima restauración. Más detalles buscar en Wikipedia.

Al entrar en la catedral me encuentro con una exposición de artistas flamencos, 6€ y 2€ más si quieres autoguía. Se pueden hacer fotos pero sin flash. No hay opción de entrar a la catedral si no es pagando, no sé como lo hacen los fieles. De momento no me parece bien y me voy un poco más allá, a la Grote Markt, donde se encuentra el ayuntamiento y las casas gremiales de los siglos XVI y XVII, con sus simbolos en la cúspide.


En el medio está la estatua en homenaje a Silvius Brabo, quien según la leyenda era un soldado romano que cortó la mano al gigante Druon Antigonus y la tiró al rio deteniendo el avance de los barcos de guerra que querían conquistar la ciudad. Antwerpen viene de Hant werpen, tirar la mano.
Pero según otra leyenda, El gigante vivía en el río y cobraba peaje a todos los que que querían pasar por allí. Si algun barco no quería pagar, le cortaba la mano al capitán y la arrojaba al río. Un día, un centurión romano, cansado ya, le cortó la mano al gigante y también la arrojó al río.


En la Grote Markt está la oficina de turismo, allí compro una pequeña guía y un mapa con recorridos por el centro histrórico. ¡No los hagáis! Te llevan por calles y casas sin apenas interés.

Despues de probar unos estupendos mosselen (mejillones) a la provenzal (con cebolla, tomate, apio y pimiento), vuelta al centro y dando por visto los más interesante, me animo y entro en la catedral. La exposición está bastante bien. Destaca por encima de todos la figura de Pedro Pablo Rubens. Su genio y arte es muy superior al del resto.


Después, bajé por las callejuelas hasta el río Escalda y hasta el castillo de Het Steen o la ciudadela de Amberes, de 1567, con la estatua de uno de los gigantes de Amberes en su entrada, con pinta de cuento de Gulliver, y que no estaba contemplado en el itinerario turístico.


Junto al río, en lo que supongo los muelles de carga y descarga, mucha gente tomando el sol y comiendo y bebiendo como en la Groenplaats. No sé si es habitual o aprovechan los pocos días de sol que tienen. Lo que me sorprende es que lo hagan en días laborables. En el Graslei de Gante estaban hasta entrada la noche.

Y poco más, paso por la Groenplaats de vuelta a la estación. Allí siguen los jóvenes sentados en el suelo, haciendo uso del espacio público de una manera que me llama la atención. Quizás sea porque aquí el suelo está mucho más limpio. No me imagino haciendo lo mismo a lo jóvenes catalanes en la plaza Cataluña.



No hay comentarios: